lunes, 7 de noviembre de 2011

Mi corazón ahogado en una botella de rón.

Comparo los amores con el alcohol. Al principio, es algo apetecible, algo que te hace sentir en una situación comoda, eres consciente con todo lo que vives o haces, y sin darte cuenta, pierdes la cabeza pero eres feliz como actúas, hasta que cuando te quieres dar cuenta, eso que tanto te dió a sentir, te ha quedado hecho pedazos. El amor no es más que otra droga, otra droga que te engancha y te destroza, pero, ¡Ai! que bonito es sufrir por amor.

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